La población de osos sigue creciendo en el Pirineo, pese a incidentes o envenenamientos como los que acabaron el año pasado con los ejemplares conocidos como Sarausse y Cachou.
El balance anual correspondiente a 2020 elaborado por el Grupo de Seguimiento Transfronterizo del Oso Pardo en los Pirineos (GSTOP), en el que participan la Generalitat, el Consejo General de Aran, los Gobiernos de Andorra, Aragón, Navarra y Francia, y la Fundación Oso Pardo indica que la población de estos animales ha alcanzado la cifra de 64 ejemplares.
Esta estimación indica la población mínima observada, por lo que no se descarta que sea incluso algo superior. En todo caso, se trata de una cifra récord desde el inicio de las actuaciones de recuperación de la especie en esta cordillera, y muy probablemente la cifra más alta en casi un siglo (no se tienen datos exactos de las primeras décadas del siglo XX pero la población, cuando la población inició un rápido descenso debido a la acción humana.
Como referencia, se debe recordar que los balances anteriores, una vez revisados indican que las poblaciones de osos en esta cordillera fue de 51 ejemplares en 2018 y de 58 en 2019.
En cuanto al sexo de la población de osos contabilizada en el Pirineo en 2020, muestra la existencia de 29 hembras y 29 machos. Del total, 25 son adultos, 13 son subadultos y 16 son cachorros.
El área geográfica de presencia del oso pardo en los Pirineos comprende una superficie de 8.200 km2.
La memoria difundida por el grupo de seguimiento indica que por al número de nacimientos de 2020, se registraron en total 16 nuevas crías de 9 hembras diferentes. Se trata de la cifra más alta registrada hasta ahora. Las hembras que se han reproducido son Fosca (con 1 cachorro), Caramellita (3 cachorros), Plume (1), Bambou (2), Nehu (1), Callista (1), Chataigne (3), Gaia (2) y Aran (2). Entre 1996 y 2020 han nacido un total de 98 crías de 54 camadas.
Los ejemplares que se dan por muertos o desaparecidos (sin indicios después de dos años o que se tiene constancia de su muerte) son 9. Aquí se contabilizan las muertes causadas por el hombre de la osa Sarousse, el macho Cachou y un otro macho muerto por disparos en Francia, así como seis individuos más (4 crías nacidas en 2019 y 2 machos subadultos de los que no se tiene noticia desde hace un par de años).
Por otra parte, se han localizado dos ejemplares que se habían considerado desaparecidos, ya que no se detectaron ni en 2018 ni en 2019, y que este 2020 han reaparecido.
Seguimiento en Catalunya
El seguimiento de la especie en Catalunya, según la memoria presentada, muestra que durante el 2020 se han localizado 625 indicios de presencia de osos, de los cuales 203 son contactos fotográficos y de vídeo y 244 son muestras de pelos. También se han producido 25 avistamientos. En todo el Pirineo se han detectado un total 2.331 indicios o rastros de estos animales en 2020.
Por otra parte, los técnicos del programa indican que se han analizado más de 650 muestras para la identificación genética, los diferentes individuos provenientes tanto de Catalunya como de Francia. La Universidad Autónoma de Barcelona ha identificado 42 ejemplares de 207 muestras recibidas, mientras que el laboratorio francés Antagène, ha identificado 50 ejemplares de 447 muestras.