Las Comunidades Autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, en coordinación con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), han finalizado el trabajo de campo que permitirá realizar la primera estima poblacional de oso pardo cantábrico (Ursus arctos) que, basada en muestras genéticas no invasivas, utiliza métodos espacialmente explícitos.
A este trabajo le seguirán ahora los trabajos de individualización genética, que serán realizados por la Universidad Autónoma de Barcelona, y los estudios de conectividad y parentesco, que serán realizados por el Instituto de Biología Evolutiva (CSIC). Todo ello bajo el asesoramiento metodológico del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), que también se ocupará del tratamiento de los datos y del análisis final de la estima poblacional.
Solo en Castilla y León se han recorrido más de 4.500 kilómetros de 26 comarcas forestales de las provincias de Zamora, León, Palencia y Burgos en busca de indicios de la presencia de oso pardo, lo que abarca una superficie de terreno de 730.000 hectáreas. Respecto del número de cuadrículas muestreadas, de las 292 cuadrículas prospectadas se han recogido indicios de presencia de oso pardo en 136, 69 cuadrículas con presencia en la subpoblación occidental y 67 cuadrículas en la subpoblación oriental, incluidas algunas en las provincias de Zamora y Burgos, lo que resulta de gran interés.
Plano de los puntos con indicios de presencia de oso pardo y recogida de muestras no invasivas para análisis genéticos en Castilla y León.
El trabajo de campo que acaba de concluir ha supuesto la implicación durante cuatro meses de más de 150 profesionales, entre los que se encuentran ingenieros forestales, ingenieros de montes, biólogos, agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y miembros de las “Patrullas oso”, y ha contado con la colaboración de la Fundación Oso Pardo. Como resultado se han conseguido recolectar un total de 914 muestras, 620 excrementos y 294 muestras de pelo.
Una de las novedades más importantes de este trabajo reside en que el análisis genético de las muestras recolectadas mediante técnicas de secuenciación de última generación permitirá analizar su individualización genética y, en base a ello, llevar a cabo un estudio de conectividad y parentesco. Además, al usar métodos espacialmente explícitos permitirá estimar la ubicación de los osos en todo su rango de distribución y estimar densidades poblacionales.
Se trata de algo fundamental para evaluar el nivel de endogamia de los distintos especímenes de oso pardo presentes en la población cantábrica, máxime teniendo en cuenta el reciente intercambio de ejemplares entre las subpoblaciones oriental y occidental de la Cordillera Cantábrica.
Los datos y la información resultantes de este trabajo de investigación permitirán actualizar el diagnóstico del estado de conservación de la especie con rigurosidad de cara a la elaboración del nuevo plan de recuperación del oso pardo cantábrico.
Finaliza el trabajo de campo para la estima de la población de oso pardo en la Cordillera Cantábrica