Técnicos del cuerpo de Agents Rurals siguen buscando en la zona de la Vall de Boí y el Parque Nacional de Aigüestortes nuevos indicios que permitan identificar y conocer la procedencia del lobo detectado por una cámara automática el pasado mes de febrero.
Las imágenes captadas son relativamente nítidas pero no permiten avanzar en la investigación.
A falta de más detalles, los técnicos apuntan que el animal ahora detectado en la comarca de Alta Ribargorça (Catalunya) podría tratarse de uno de los dos machos presentes de forma esporádica desde hace al menos tres años en Port del Comte y Alt Ripollés. No se descarta que sea alguno de los lobos conocidos, también de forma irregular y dispersa, en la vecina comarca aragonesa de la Ribagorza. De hecho, en verano de 2019, uno de estos lobos fue fotografiado por un cazador en el monte Bisaurri.
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A la espera del informe sobre el seguimiento de esta especie en 2020, los últimos datos conocidos indican que en 2019 se consiguieron imágenes en las dos localizaciones en las que se habían instalado cámaras automáticas. En Port del Comte (Solsonès-Alt Urgell) se registraron imágenes en tres ocasiones, los meses de julio y agosto, mientras que en el Alt Ripollès fueron también tres escenas fotográficas en los meses de junio, julio y setiembre.
Se dan por confirmadas también dos observaciones del lobo en la zona de Queralbs y Setcases (Ripollès) en los meses de julio y diciembre de 2019.
Los técnicos confirmaron por otra parte la presencia de lobos gracias a la detección y estudio genético de excrementos en Figols-Alinyà (Alt Urgell), Odèn (Solsonès) y Josa-Tuixent (Alt Urgell). En este caso, todos los rastros pertenecían al lobo que habita desde hace años esta zona de las comarcas del Solsonès y el Alt Urgell.
Casi un siglo de su exterminio
El lobo se dio por extinguido en Catalunya en 1929 con la captura de un último ejemplar en Horta de Sant Joan. A principios de este siglo se volvieron a encontrar indicios de la presencia de esta especie emblemática en el Pirineo y en 2004 la Generalitat confirmó su existencia. Todos los datos indican que los ejemplares llegados a Catalunya procedían de la cara norte del Pirineo y las sierras de Madres (Francia).
El origen último de los lobos localizados en Catalunya en los últimos 20 años son muy probablemente los Apeninos (Italia), desde donde estos animales se han desplazado en diferentes etapas migratorias. En este sentido, los técnicos destacan que estos ejemplares dispersos pertenecen a la subespecie Canis lupus italicus.
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