Un ejemplar joven de oso pardo, de un año y medio de edad aproximadamente y 20 kilos de peso, ha sido hallado muerto este martes en las inmediaciones de Cangas del Narcea, en Asturias. Es el segundo incidente que ocurre en unas semanas que involucra a esta especie tras el ataque sufrido por una mujer en un lugar muy próximo por parte de un oso pardo. Se trata, además, del segundo oso hallado muerto en menos de un mes, siendo el primero el que se descubrió cerca del pueblo de Arbellales el día 4 de este mes.
Una de las teorías que barajaban los agentes del Medio Natural es que podría tratarse de una serie de envenenamientos. Es por esto que han dedicado patrullas caninas especializadas a rastrear la zona en busca de signos de veneno. Finalmente, no se han encontrado sustancias tóxicas de ningún tipo, informan desde el Gobierno del principado.
Se calcula que el pequeño oso encontrado este martes llevaba entre dos y tres días muerto. Sus restos se han trasladado a las instalaciones del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario. Es aquí donde se continuará con la investigación, realizándole al animal una necropsia para determinar las causas de su muerte y llevar a cabo las medidas necesarias.
El oso pardo en España lleva siendo especie protegida desde 1973. Sus números, gracias a esta medida, se han recuperado algo en los últimos 50 años, pero siguen siendo bajos. Según cálculos de la Fundación Oso Pardo, en 2018 había en España un total aproximado de 380 osos, con la mayor parte de ellos presentes en Asturias, Lugo, Cantabria, León y Palencia. También hay una pequeña población de Oso Pardo en el Pirineo, pero esta solo tiene un total de 50 ejemplares.